LA FAMOSA LEISHMANIA.

Antes de nada, ¿qué es la leishmaniosis? Pues bien, se trata de una enfermedad causada por un diminuto parasito transmitida por un flebotomo (especie de mosquito) que puede causar graves lesiones en sus hospedadores, los perros.

En España las provincias más afectadas por la enfermedad son las de la cuenca mediterránea, prefiriendo estos mosquitos infectar a sus hospedadores a finales de primavera y de verano sobre todo, también prefieren hacerlo al amanecer y al atardecer.

Con respecto a los síntomas en nuestros compañeros, el primero que solemos observar es la pérdida de pelo, mayormente alrededor de ojos, orejas y nariz. También empieza el animal a perder peso, aun comiendo lo mismo. Es importante detectar a tiempo la enfermedad ya que también afecta a órganos internos como riñón o hígado, pudiendo producir daños irreversibles en estos órganos tan importantes para el buen funcionamiento del organismo.

Respecto al contagio en el ser humano, hay que tener en cuenta que no es una enfermedad zoonótica en nuestra zona, por lo que no debemos temer que nuestra mascota nos transmita la enfermedad. Aunque en otros países de Sudamérica si puede darse esta enfermedad en personas normalmente inmunodeprimidas por otras causas.

Debemos recordar que no es una enfermedad que se cura al 100%, ya que estos parásitos siempre van a estar presentes en nuestro perro. Sin embargo con un buen tratamiento se puede suprimir o disminuir la evolución del parásito, así como los síntomas asociados. Por eso lo mejor es la prevención, que se puede conseguir con diferentes antiparasitarios externos, vacunas o, incluso, potenciadores de la inmunidad.

Y no olvide, si ve algún síntoma de los antes mencionados consulte a su veterinario, un diagnóstico precoz puede ser muy favorable para el animal.